Podríamos definir el trauma emocional como la respuesta emocional ante un evento perturbador que destruye nuestra sensación de seguridad, haciéndonos sentir abrumados, aislados o incapaces de confiar en los demás, y nos sumerge en una lucha contra emociones disruptivas, recuerdos y una ansiedad persistente que nos aboca a un extraordinario estrés.
La experiencia traumática puede ser originada por un evento único, instantáneo, inesperado e impactante, como puede serlo un accidente, un ataque violento o la muerte repentina de un ser querido, o repetido y continuo, como ser acosado en la escuela, vivir en un entorno inseguro, sobrevivir a una relación abusiva o luchar contra una enfermedad potencialmente mortal.
¿QUÉ TIPOS DE TRAUMAS EXISTEN?
El trauma no es una experiencia única sino que existen diferentes tipos de traumas, entre los que se encuentra los siguientes:
Trauma emocional agudo: es la respuesta emocional que tiene lugar al momento de sucederse el evento perturbador y que no se extiende mucho más allá en el tiempo.
Trauma emocional complejo: tiene lugar cuando la persona está expuesta a eventos estresantes de forma repetida y prolongada en el tiempo. Dicha respuesta emocional puede durar meses o años y puede estar relacionada con otros acontecimientos angustiantes que desafían el equilibrio emocional de la persona.
Trauma intergeneracional: es el evento traumático o experiencia angustiante que sufrieron nuestros antepasados y que se transmite de una generación a otra. Se postulan entre los mecanismos de transmisión de este tipo de trauma las modificaciones epigenéticas derivadas del estrés, lo cual es favorecido por las condiciones ambientales o culturales.
Constituye pues mecanismo psíquico de transmisión inconsciente del trauma, un legado del dolor emocional no procesado, que sufrieron nuestros ancestros en un momento determinado de sus vidas, el cual afectó su comportamiento y pensamiento y al que se han ligado los intereses, materiales y psicológicos, del constructo psicológico familiar.
Son generaciones y generaciones de voces en grito contra los hijos que tienen su origen en un dolor no resuelto.
Así mismo, no asumir dichos intereses grupales conlleva la generación de un sentimiento de culpa o feedback negativo.
Trauma vicario o indirecto: resulta de presenciar o escuchar el dolor y el sufrimiento de otras personas. Es un dolor sufrido por empatía, compasión, responsabilidad o porque la persona que lo sufre, directamente, nos importa. Bien podría ser definido como un dolor que no es nuestro.
Si bien el trauma emocional puede surgir de diversos eventos o situaciones durante la infancia, así como en la edad adulta, el proceso de traumatización vicaria en los niños, testigos de las consecuencias que un trauma primigenio experimentado por alguno de sus padres u otros miembros de su familia les impacta especialmente, alterando muchos aspectos de su desarrollo y formación del sentido de sí mismos e interfiriendo en la posibilidad de que el niño establezca un apego seguro, toda vez que, en gran medida, su desarrollo físico y mental depende de la fuente primaria de seguridad y estabilidad que constituyen sus padres.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL TRAUMA EMOCIONAL?
En cuanto a los síntomas del trauma, estos pueden ser tanto psicológicos como físicos, impactando en la actitud, comportamiento y en cómo la persona percibe el mundo. A mayores, tras un evento traumático, una persona puede experimentar un trastorno de estrés postraumático o de adaptación, en el que se dan cita sentimientos como el miedo o la impotencia, y la persona cree que la vida y la seguridad están en riesgo.
Síntomas psicológicos
Angustia emocional.
Preocupación por la salud mental.
Flashbacks y recuerdos intrusivos.
Alteraciones del estado de ánimo.
Conductas de evitación
Reacciones desproporcionadas
Hipervigilancia
Dificultades para realizar tareas cotidianas
Hiperactividad
Confusión
Disociación
Tristeza
Ansiedad
Embotamiento afectivo
Evitación
Depresión
Vergüenza
Culpa
Síntomas físicos
Dolores de cabeza
Dolores de estómago
Taquicardia
Sudoración
Respuesta de sobresalto intensa
Temblores.
Agotamiento
Entumecimiento
Insomnio
Disfunción sexual
Patrones de alimentación alterados
Ante un trauma emocional, el cerebro reacciona, para protegernos, buscando constantemente peligros en todas partes, lo que supone estar, permanentemente, en guardia, hipervigilante. Así pues, el tratamiento del trauma se centra en volver a enseñarle que, pese al daño experimentado, puede volver a confiar en su capacidad para detectar si una situación o persona concreta representa una amenaza real o peligro cierto.
CUÁNDO PROCURAR AYUDA PROFESIONAL
Ciertamente, el trauma puede ser una respuesta adaptativa a una situación angustiosa, pero hacer frente al mismo constituye un auténtico desafío que, a veces, puede superar nuestras capacidades, por lo que se hace necesario acudir a un profesional de la salud mental que nos ayude a afrontar el evento traumático y nos dote de las herramientas adecuadas para recuperarnos, las cuales van desde sencillas técnicas de respiración hasta complejas técnicas cognitivas, enfocadas estas en la adquisición de formas de pensar y actuar más adaptativas.
De otro lado, sin la ayuda profesional adecuada, los síntomas pueden intensificarse y ponernos en serio peligro.
Belén Llano Beltrán